La Nación
by Pablo Gianera
Read Article

De Viena a Buenos Aires. Non stop. La mezzo Joyce DiDonato actuó hace tres días en la Wiener Staatsoper y lo hará mañana en el Teatro Colón. Está acostumbrada a esas corridas. Después de todo, es una de las cantantes más querida y solicitadas del mundo. Una auténtica estrella. Lo notable en todo caso es que no repita los programas de las actuaciones sino más bien, por el contrario, que cada actuación le sirva para dar curso a una inusual avidez musical. Es una cantante feliz y total.

En Viena, hizo el ciclo Venezia de Reynaldo Hahn y Cinq mélodies “de Venise” de Gabriel Fauré. “Lo primero que quiero decirle es que cantar música francesa me gusta más que cualquier otra cosa -dice DiDonato-. Y en esos dos ciclos que hice en Viena encuentro las bases del asunto veneciano del recital. El de Fauré evoca fuertemente ciertas características místicas de Venecia, mientras que en el de Hahn está presente el sentimiento, el romance, y el amor un poco torcido y tortuoso de los venecianos.”

DiDonato explica todo igual que como canta: con plenitud. Nada le es ajeno y lo hace evidente. Se siente igualmente cómoda en la ópera, el recital y la canción de cámara que, justamente este año, le hizo ganar un Grammy por su disco Joyce & Tony, el registro de una actuación en el Wigmore Hall con Antonio Pappano.

Read the entire feature here.