DiDonato: "La ópera ha de ofrecer a los jóvenes un espectáculo que no puedan disfrutar en otro lugar"
La Nueva España
by Andrea G. Torres
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Joyce DiDonato (1969) es la diva de la ópera más carismática del panorama actual. Su personalidad y arraigo para enfrentarse a los contratiempos de la vida, han hecho de ella una mujer decidida, que sabe lo que quiere y que pelea muy duro todos los días para conseguirlo. Su optimismo ante la adversidad es una de sus grandes virtudes, incluso en un mundo, como el actual, marcado diariamente por la tragedia. La mezzo estadounidense presenta en el Auditorio de Oviedo el próximo martes, 6 de junio, a partir de las 20.00 horas, “En guerra y paz”, su último y más comprometido proyecto, que pondrá fin a la presente temporada de “Los conciertos del Auditorio”, ciclo que patrocina LA NUEVA ESPAÑA.
El recital de DiDonato -con una duración aproximada de 90 minutos más el intermedio- promete no dejar a nadie indiferente, y para ello ha decidido sumar a su voz y al buen hacer del director Maxim Emelyanichev y “Il pomo D’oro”, el conjunto musical que la acompaña, un espectáculo lleno de luces, vídeo y danza. Pretende la estadounidense ir más allá de un simple concierto y “provocar una reflexión en los aficionados sobre los conflictos que amenazan el mundo y la necesidad de que la paz se imponga”, señala. “Los antiguos maestros de la historia de la música pueden iluminarnos en este sentido. Eso es precisamente lo que diferencia este nuevo proyecto del trabajo que presenté en Oviedo en el año 2013 sobre las reinas del drama, a pesar de que en ambos la ópera barroca es la protagonista”. Para Joyce DiDonato “todos debemos ser sensibles con lo que ocurre en el mundo, y si nosotros mismos no podríamos colaborar para encontrar una solución viable en vez de amplificar el caos general”.
Conectada con los jóvenes, tanto por su compromiso con la enseñanza musical como por su preocupación por rejuvenecer al público aficionado a la ópera, reconoce que el problema de distanciamiento que sufre este género no es demasiado difícil de solucionar. “Tenemos que ofrecerle a ese público joven un espectáculo de muy alta calidad en todas sus vertientes”, declara DiDonato, y continúa explicando que, “aunque el propio concepto de calidad y excelencia en el arte puede sonar poco divertido, el verdadero reto para todos los que nos dedicamos a la ópera es ofrecer un espectáculo del que esos jóvenes no podrían disfrutar en ningún otro lugar que no sea el teatro” sentencia.